Reflexiones

¿Cuáles son los riesgos o limitaciones del enfoque por competencias en el tratamiento de los contenidos?

Sin duda el principal riesgo al que nos enfrentamos consiste en no comprender lo que es una habilidad y una competencia, y entonces simplemente utilizar diferente vocabulario pero seguir trabajando bajo un esquema memorístico tradicional o bien dejar en absoluta libertad al alumno de aprender y desarrollar sus competencias sin que mediemos en realidad el proceso para ayudarlo a desarrollar ésta.

Si bien era menester abordar las  situaciones referentes a la formación de contenidos por procesos no podemos pasar por alto que las ventajas que pueden observarse en la organización de los contenidos desde un enfoque de secuencia de procesos a ejercitar por parte de los estudiantes para el desarrollo de competencias pueden ser tan infinitos como el docente esté también dispuesto a hacerlo , sin embargo cuando enfrentamos en educación media superior programas que tienen no menos de 15 años de haber sido elaborados y pensados desde un contexto lejano a nosotros y además nos llenamos de formularios y documentos que en el papel nos solicitan todas las estrategias de enseñanza que nos van a permitir desarrollar en nuestra labor en el aula el desarrollo de competencias, nos enfrentamos a la dura realidad de trabajar de forma integral.

Es interesante ahora bien, apuntalar que esta forma de llevar al educando al aprendizaje significativo se convierte en una necesidad y ya no en un simple gusto, cuando observamos que los educando actuales provienen  ya de un proceso de aprendizaje por competencias desarrollado desde educación básica y actualmente están egresando generaciónes de alumnos de Secundaria que bajo esta formación se incorporará a las aulas de Bachillerato ya poseedores de un aprendizaje por competencias. 

Dejemos pues la calificación por la evaluación, la memoria por la comprensión, pero no dejemos de lado la necesidad de hacer una educación integral, que recupere los valores y desarrolle habilidades que hagan mejores personas y buenos alumnos, punto central de la educación integral que permitirá desarrollar verdaderas competencias para la vida y no sólo para ser útil al momento educativo que vivimos.

Ventajas o desventajas serían interminables para  enumerar, pero si es importante reconocer que en este proceso, no sólo el educando aprende, sino que el aprendizaje significativo se va dando desde nosotros mismos, desde nuestro proceso interno de meta cognición, desde nuestra planeación y consecuentemente nuestra evaluación, por lo que al término de cada actividad podemos afirmar sin temor a equivocarnos que los maestros ya no somos los mismos en este mundo que es la educación.

La utilización del e-portafolio y de las TIC, son parte de este cambio al que me refiero en el párrafo anterior que está acorde a las nuevas necesidades que manifiestan los alumnos que, ya no son los niños del mañana, sino los jóvenes de la actualidad; una actualidad que en muchas ocasiones nos rebasa y crea la necesidad de actualizarnos y alinearnos a la nueva era de la educación.